lunes, 6 de febrero de 2017

¿Polémica?: Samanta Villar y "su maternidad"



Sobre las polémicas declaraciones de la periodista Samanta Villar respecto a la maternidad:



Mucho hemos oído hablar y leído estos días sobre las declaraciones que Samanta Villar, la periodista, realizaba con respecto a la maternidad o, al menos, respecto “a su maternidad”. Comentaba que desde que había tenido niños había disminuido su calidad de vida y que no era más feliz ahora de lo que lo era antes de tenerlos.


Y se armó la marimorena por sus declaraciones... 

¿Quiénes somos los demás, en general, y las madres, en particular, para juzgarla? Está claro que igual que no hay dos niños iguales tampoco lo deben ser las maternidades y cada uno lleva y asume la maternidad como buenamente sabe o puede.


No sé exactamente a qué se refiere ella con perder calidad de vida, no he encontrado su entrevista original sobre el tema y no sé si lo especifica, pero lo que puede ser una cierta calidad de vida para ella no tiene por qué coincidir con la idea de calidad de vida que tenemos cada madre en particular. Y todo esto también hay que tenerlo en cuenta.
 

Hago aquí un pequeño inciso para transmitiros la definición de calidad de vida:


¿Qué se entiende por calidad de vida? 


Según la OMS (Organización Mundial de la Salud): "la percepción que un individuo tiene de su lugar en la existencia, en el contexto de la cultura y del sistema de valores en los que vive y en relación con sus objetivos, sus expectativas, sus normas, sus inquietudes. Se trata de un concepto que está influido por la salud física del sujeto, su estado psicológico, su nivel de independencia, sus relaciones sociales, así como su relación con su entorno“.


Dejando a un lado dicho concepto, también habría que tener en cuenta que ella es madre de mellizos y eso tiene que ser realmente agotador. Por no hablar también, aunque desconozco si ha sido el caso, que tras dar a luz algunas madres pasan por un período leve de depresión postparto, conocido como “baby blues”, y otras llegan a padecer un trastorno de depresión postparto más grave. No olvidemos que desde que nos quedamos embarazas los cambios hormonales son brutales y pasan meses después del parto hasta que de nuevo se reajustan, a veces con más acierto que otras.

La periodista me parece muy valiente por expresar realmente lo que piensa, prefiero a alguien que verbaliza realmente sus sentimientos a alguien que los camufla bajo un manto de serpentinas de color de rosa. ¿Se es peor madre por ello? Prefiero a una madre que dice lo que siente y es consciente de ello, a otra que no lo verbaliza y esto, a la larga, desencadena un trastorno psicológico en el que al final los perjudicados son los propios hijos. Todos conocemos casos donde los padres tratan mal a sus hijos, están a la orden del día en los telediarios.


¿Quién dijo que la maternidad fuera fácil? Yo no me encontré con nadie que me dijera que la maternidad fuera fácil sino, justamente, todo lo contrario. Todo el mundo me decía “te va a cambiar la vida”, “aprovecha para dormir ahora”, “¿estás segura?” y un largo etcétera.


La maternidad es renuncia en muchos aspectos, claro que no vas a dormir como antes, ni a viajar, ni a salir… pero puedes hacer todo eso adaptándote a las nuevas circunstancias. Es cuestión de adaptación. Claro que la maternidad es dura, yo a veces cuando estoy sola con los dos peques y la tarde se me hace interminable hasta que llega la noche, y está uno llorando por sus rabietas y está la otra llorando por los cólicos y soy, más consciente si cabe, de que sólo tengo dos manos… pues claro que me gustaría “coger la puerta” e irme un rato para airearme. ¿Soy peor madre por pensar esto? Está claro que no lo hago porque no los puedo dejar solos, pero no es por falta de ganas. Y es duro ser consciente de que tenemos limitaciones y no somos “supermamás” Y-NO-PASA-NADA. Y seguimos adelante… porque todo pasa.


A mí muchas veces me han tachado de “loca” por querer tener dos niños muy seguidos, “Piénsalo bien, va a ser muy complicado” me decían, y yo escuchaba, pero nadie me quitaba la idea de la cabeza. Me había hecho una ligera idea de lo complicado que podría ser, pero es verdad que ha resultado ser un poco más complicado de lo que me imaginaba porque, no olvidemos, “la realidad siempre supera la ficción”.


Y la maternidad conlleva también muchas cosas positivas: tienes una motivación todos los días que te hace levantarte de la cama aunque estés mala o no hayas dormido nada, sonríes por más tonterías que antes, se te cae la baba continuamente, haces más el tonto y bailas sin ton ni son, vuelves a revivir intensamente y con ilusión la época de carnaval, de Los Reyes…, y cada cosa que ven los peques por primera vez es como si tú la vieras también por primera vez a través de sus ojos. Esto sólo por poner unos ejemplos de lo más simple, pero todo en general se vive más intensamente.

Por lo que dejemos a cada cual vivir la maternidad a su manera, no quiere decir que sea ni la mejor ni la peor manera, sino simplemente la suya.